Los implantes dentales son dispositivos de titanio que se colocan quirúrgicamente en el maxilar o la mandíbula para reemplazar las raíces de los dientes faltantes. Proporcionan una base sólida para colocar dientes de reemplazo, como coronas, puentes o dentaduras postizas.

Los implantes dentales ofrecen varias ventajas importantes, como mayor estabilidad y funcionalidad, una apariencia natural que mejora la estética facial, preservación de la mandíbula y una durabilidad superior en comparación con los puentes o las dentaduras postizas removibles.

El proceso comienza con una evaluación exhaustiva por parte del dentista para determinar la salud bucal y la estructura ósea del paciente. Luego, se coloca el implante de titanio en el hueso maxilar o mandibular durante una cirugía menor. Después de un período de cicatrización (que puede durar varios meses), se coloca una prótesis dental sobre el implante.

La colocación de implantes dentales generalmente se realiza con anestesia local, por lo que el procedimiento en sí no suele ser doloroso. Los pacientes pueden experimentar molestias leves después de la cirugía, pero generalmente se pueden controlar con medicamentos recetados por el dentista.

Los implantes dentales requieren cuidados similares a los de los dientes naturales, como cepillado regular, uso de hilo dental y controles dentales periódicos. Mantener una buena higiene bucal es fundamental para prevenir problemas como la periimplantitis (inflamación alrededor del implante).

En general, cualquier persona con una buena salud bucal y suficiente hueso en la mandíbula o el maxilar puede ser candidata a implantes dentales. Sin embargo, es importante que el dentista realice una evaluación integral para determinar la idoneidad de cada paciente.

Con un cuidado adecuado y controles regulares, los implantes dentales pueden durar toda la vida. Es fundamental seguir las recomendaciones del dentista y mantener una buena rutina de cuidado bucal para maximizar la longevidad de los implantes.

• Puede haber sensibilidad posterior, es normal.
• Evitar comer alimentos pegajosos como chicles o alimentos muy duros.
• Cepillar los dientes 3 veces al día.
• Usar hilo dental 3 veces al día
• Usar irrigador dental
• Limpieza dental profesional cada 6 meses
• Evitar utilizar restauraciones estéticas como instrumentos, por ejemplo, no morder juntas o clavos, etc.
• Es una cuestión de cuidado.